"Intento no pensar en eso, en cómo era mi pasado ni en cómo será mi futuro. (...) Hubo un período de mi vida en que no logré nada. Tampoco espero mucho de mi futuro, ya me harté de sentir esperanza en vano." No estaba esperando tanto, por eso voy a hablar sobre tres cosas para poder describir lo que me dejó este drama. Fui conmovida por la historia de Yae, sus pérdidas y alegrías. Hay dos situaciones que me rompieron, tener que dejar su sueño de viajar al extranjero y de estudiar para ser azafata, y rendirse a vivir una vida en la que pudiera crecer junto a su hijo, lo peor fue que no era su culpa. Se vio forzada a abandonar todo, sin siquiera tener sus recuerdos más preciados, el mundo le robó su vida y a la persona que amaba. El motivo de que sienta tanto apego a su personaje es su forma de pensar, que bien puede ser fuerte y optimista, pero no deja de ser triste. El pasado del que no tiene memoria, cómo trata de esconder las adversidades y sus sentimientos tras una sonrisa, es algo demasiado valiente, porque aguantar las lágrimas es muy doloroso. Aun así, tiene la sensación de que perdió algo importante, que es algo de lo que no puede alejarse. Las relaciones que podemos observar a lo largo de los nueve episodios y su manera de proyectarlas al espectador, aunque ciertas escenas no van en orden funcionan bien con lo que ocurre en el presente. Yae y su mamá, es un amor incondicional, se ayudan y defienden mutuamente, solo quieren lo mejor para ambas. Y luego, la relación de compresión con su hijo, no le exige que cumpla con las espectativas y presiones, sino que se dedique a lo que tanto disfruta, que sea libre de tomar sus propias decisiones. La familia de Namiki, las conversaciones se sentían tan frescas y naturales. Cuando ambos protagonistas tenían vidas por separado y estaban con otras personas, para uno no fue una experiencia del todo agradable ni como lo había pensado, para el otro fue completamente inesperado, pero nunca suficiente. Me gustó que nos mostrarán a quienes solían ser sus parejas, sus personalidades y separaciones. Yae y Namiki, es lo que llamaría la mejor manera de amar a alguien, tras haber pasado los años sus sentimientos seguían intactos, se conocían tan bien que amo esta frase: "Eres tan lista que sobrepiensas las cosas. Anticipas lo peor y actúas a la defensiva". El mayor responsable es el guion simple pero significativo, transmite lo que implica amar, cuidar y proteger a una persona, verla ser feliz y pasar por momentos difíciles, y nunca dejar de estar allí para ella, no siempre cara a cara, a veces también puedes mandar tu preocupación y sentir a la distancia. Para terminar, el alma gemela, la conexión a primera vista y el primer amor, cada uno cuenta con significados diferentes que se enlazan mediante los sentimientos y tienen relación con el destino. Hay ocasiones en donde muchos pese a tener estabilidad sienten que les hace falta algo y no saben qué es, otros dicen que se trata de una persona en específico y encontrarla sería increíble. Como lo mencionaron en la escena de la playa cuando eran jóvenes, "la probabilidad de encontrar a esa persona, de rozar con ella, de cruzar miradas, de ser amigos y de enamorarse es de una en miles de millones" y también como dijo Yae de adulta, "el simple hecho de que encuentres a alguien a quien amar ya es un milagro y deberías estar feliz por ello". Sin embargo, solo depende de la opinión y percepción individual. No me olvidaré de los aspectos técnicos, la fotografía clara y los tonos utilizados en pares y combinados con los escenarios, el soundtrack que es bastante variado y que por alguna razón me da nostalgia y me recuerda al pasado. Lo siento por todas las canciones que incluyeron, pero soy una tonta por "Automatic".